viernes, 2 de octubre de 2020

2° año - Variedades lingüísticas (I)

Queridos alumnos y alumnas en 2° año, ¿Cómo están? Llegamos a octubre y por supuesto, ya está cargado el calendario clase por clase en el Instagram, para que se vayan fijando los días que tenemos clase, el feriado del 12 y la prueba a fin de mes. La clase pasada hablamos sobre los actos de habla directos e indirectos. Ahora es pertinente seguir con las variedades lingüísticas. Es medio plomazo pero les voy a pedir por favor que lo copien en la carpeta y a medida que lo hagan, que vayan reflexionando sobre cada aspecto.    

Variedades lingüísticas

 Cada persona puede entenderse con otras que hablan su lengua, pero no todos los hablantes lo hacen de la misma manera. Por ejemplo, en nuestro país, pronuncian de distinta manera los cordobeses, los correntinos, los sanjuaninos, etc. Además un abogado, una maestra, un economista emplean cierto vocabulario que otros no usan habitualmente. Ni siquiera cada persona habla siempre de la misma manera: es diferente su modo de expresarse cuando habla con amigos, del que emplea para dirigirse a una persona desconocida, a sus profesores, a alguien con quien no tiene confianza. Esto ocurre porque las lenguas no son uniformes, ya que presentan distintas variedades. Estas variaciones que presenta una lengua son básicamente de tres tipos: 

1)   Variedades situacionales (registros)

Corresponden a la relación entre la lengua y las circunstancias de uso.  Se eligen según la situación de comunicación, el medio empleado (oral o escrito), la materia abordada (corriente o de especialidad), según la relación que exista entre los interlocutores (de solidaridad o jerarquía) y la función perseguida, lo que varía el grado de formalidad (empleo de reglas y normas) de las circunstancias. Se distinguen los siguientes registros: solemne, culto o formal, estándar, profesional, coloquial, familiar, especializado, elaborado, espontáneo, vulgar y jerga.

El registro es la forma de hablar que elegimos para acomodarnos a la situación, los interlocutores, el tema o la intención comunicativa. En situaciones de comunicación que exigen el respeto de normas sociales, se utiliza un registro formal, que se caracteriza por la elaboración sintáctica y la utilización de un léxico preciso. En situaciones coloquiales, informales, etc., usamos un registro informal, caracterizado por cierta desorganización sintáctica, y el empleo de un léxico coloquial y de frases hechas. Ejemplo: “A los que estaban allí les entró risa cuando oyeron lo que les dijo el que hablaba” (registro coloquial). “Las palabras emitidas por el conferenciante suscitaron la hilaridad del auditorio” (registro formal).         Ejemplo: En una entrevista de trabajo, un examen o un trabajo escolar se utiliza “replicar”, mientras que en nuestras conversaciones cotidianas podemos usar retrucar; “no insistir” puede expresarse con aflojá, etc.   
Tipos de registro:
Registro culto: se usa en situaciones comunicacionales formales, sirve para transmitir contenidos y se adquiere con la educación familiar y escolar. Ejemplo: Los textos que aparecen en los diarios: “Los bancos suben las tarifas para captar capitales ante la falta de liquidez”.
Registro Coloquial: Se usa en situaciones informales, se centra en la interacción, se adquiere a través de la socialización, se acortan palabras y no se ciñe a las normas gramaticales. Ej: “Mami voy a casa de Cami. Vuelvo temprano. Besis”.    
Registro marginal: Léxico escaso que se suple con estos y palabras jergales. Altera fonética y morfológicamente y no se ciñe a las normas gramaticales. Ej: “¡Eh ameo, alto bondi se armó!

Les dejo un video que habla de un modo muy gracioso de todo lo que acaban de escribir para empezar el finde con una sonrisa. En la clase del lunes por IG lo conversamos. ¡Buen fin de semana! 


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